BEEP BEEP BEEP BEEP
Mi despertador llevaba varios minutos sonando, pese a que deseaba con todo mi ser detenerlo, solo iba a seguir siendo molestada por mis otras diez alarmas, así que me levante de la cama aun muy cansada.
“Mmm…”
Me levanté tambaleándome, deseando volver cuanto antes a mi cama, pero no podía hacerlo, menos hoy. De esa forma (bastante tontamente) me acerque a una pared y con una determinación digna de una persona que claramente no estaba totalmente consciente le di un cabezazo.
“?Ah! ?Ya estoy despierta!”
“??Qué fue ese ruido?!”
Rápidamente una mujer mucho más mayor que yo entró por la puerta y se asustó al verme con un enorme moretón en la frente.
“??Volviste a darte un cabezazo contra la pared?!”
“Perdón tia Elisa ?Pero no había de otra, hoy es mi primer día en una nueva escuela!”
“Y por eso mismo tienes un despertador, maquillar heridas no es algo fácil ?Sabes?”
“Perdón”
“Lávate la cara y termina de arreglarte, abajo te ayudare a esconder el moretón”
“Gracias”
Tras decir eso mi tía se fue de la habitación dejándome sola. Aunque había sido una forma algo violenta de empezar el día, al menos ahora estaba completamente despierta.
Mi nombre es Lucia silva, tengo dieciséis a?os, mi color favorito es el rojo y mi comida favorita son las galletas con miel. Aunque llevo muchos a?os yendo a una única escuela, es mi primera vez no solo en una nueva escuela sino que también en una nueva ciudad, por eso mismo decir que estaba muy nerviosa sería quedarme corta, aunque a su vez, estaba emocionada.
“Veamos”
Los motivos por los que deje mi anterior escuela eran lo de menos, lo que importaba era el hoy, un hoy completamente listo para darme un nuevo brillo…Suena como una buena frase ?No?
Al ponerme el uniforme pensé en sí quería destacar o no, a pesar que al igual que en muchas escuelas había normativas referentes al uso de uniforme, la mía era bastante permisiva acerca de cómo los estudiantes se veían. Uno podía usar el uniforme de invierno o de verano, llevar el pelo corto o largo, incluso peinados que normalmente son considerados de gente maleducada o tintes estaban permitidos. Si quería dar una impresión debía darla ahora.
“Igual si debí te?irme un poco el pelo…?No! ?Piensa menos en lo que no hiciste y más en lo que harás!”
Aunque me costó demasiado decantarme por un peinado al final escogí el clásico pelo suelto, pero al verlo algo soso puse un listón blanco logrando así una impresión bastante más marcada.
“Perfecta”
Una vez termine con eso seguí con el uniforme. Aunque era un día algo caluroso, preferí usar el uniforme de invierno al tener unas mangas largas que cubrían de forma perfecta mis brazos.
“Creo que podría decorar con algunas cosas mas…Ay, creo que mejor escondo primero el moretón”
Rápidamente baje al primer piso donde estaba mi tía desayunando y viendo la tele mientras mi desayuno estaba frente a una silla vacía.
“?Otra vez empezando sin mi?”
“Me siento mas cómoda empezando de inmediato”
“Aun así, eso es grosero”
Tras sentarme empecé a comer tranquilamente mientras mi tía seguía viendo la tele, como no era más que el clima ella prefirió dirigirse a mí con un tono tranquilo.
“?Te sientes bien para ir hoy?”
“Si, solo es un golpe, no es la primera vez que me golpeó de frente contra una pared”
“Sabes a lo que me refiero, dejar el lugar en el que siempre has estado desde peque?a, no todos pueden soportarlo de un día para otro”
“Tranquila, ya llevo como un mes en la ciudad, puedo manejarme”
“Estar en casa ayudando con la limpieza y usando mi consola no cuentan como conocer la ciudad”
“Pues…El otro día salí a comprar cuadernos”
“Enserio me pregunto si estarás bien…”
Tras terminar su desayuno mi tía sacó de detrás de la tele varios cosméticos y empezó a intentar que no se notase el moretón de mi frente.
“Si tienes algún problema puedes llamarme”
“Ya te dije que no pasara nada”
Pasaron varios minutos hasta que mi tía finalmente tomó un espejo de mano y me mostró cómo había quedado. No solo mi frente estaba perfecta, me había dejado bastante bonito el rostro en general, aunque no solía usar maquillaje, no se sentía mal usarlo de vez en cuando. Fue gracias a eso que tuve una idea.
“?Eso es!”
Rápidamente subí devuelta a mi habitación y me puse una pulsera de color blanco que combinada con mi listón generaban la imagen que buscaba.
“Estoy lista”
Tome mi bolso con todos mis cuadernos y útiles escolares para acto seguido bajar con gran velocidad.
“Ya me voy”
“Recuerda lo que te dije”
“Lo se lo se”
Al salir de casa corrí pensando en todo lo que iba a hacer. Como la casa de mi tía no estaba muy lejos de la escuela baje un poco el ritmo para no llegar sudando y al estar más tranquila saque mi teléfono para ver la hora.
“Aún es temprano, quizás me apuré demasiado”
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Por puro aburrimiento empecé a toquetear mi teléfono simplemente porque no estaba acostumbrada a él, bueno, no creo que nadie de mi generación esté acostumbrado a usar un teléfono con tapa.
“Conque así se ven los contactos…Solo dos, que triste”
Como objetivo a largo plazo tenía pensado que mi número de contactos fuese multiplicado por diez, si lo lograba podría decir de forma orgullosa que ya estaba asentada.
“Tras cuatro cuadras giro a la izquierda…?Ahí está!”
Pese a que aún me faltaba un poco para llegar ya podía ver a lo lejos la escuela. Era imponente como cualquier edificio grande, pero era bonita, definitivamente todo iba a salir bien.
“Bien, aquí voy”
Al entrar busqué mi salón durante varios minutos, aunque había hecho un par de visitas antes, eso de orientarme aún estaba a medias, por suerte, no tardé mucho en encontrar mi salón.
Naturalmente estaba vacío así que lo primero que hice fue buscar donde sentarme.
“Mi asiento será…ese”
Aprovechando que había llegado relativamente temprano me apropié del último asiento al lado de la ventana. Normalmente ese era el asiento del protagonista así que iba a ser una enorme responsabilidad, pero estaba dispuesta a tomarla.
“Ahora a esperar”
Para matar el tiempo mientras esperaba que mis compa?eros de clase llegasen me puse a practicar formas de saludar, desde el clásico “?Como estas?” hasta un más extrovertido “?Como andas?”, estaba decidida a practicar ese saludo con la primera persona que entrase.
SHRR
Cuando escuche la puerta abrirse supe que era el momento, me mentalice para aprovechar la oportunidad de acercarme y preguntarle a la persona que acababa de entrar como estaba.
TAP TAP
La persona camino hasta que finalmente se sentó y para mi fortuna lo hizo frente a mi. Tenia el uniforme femenino así que debía ser una chica, su pelo corto y negro no le quedaba nada mal viéndose bastante bien de espaldas. Como era la oportunidad que tanto habia estado esperando decidí empezar a hablar.
“Hola, es un gusto conocerte”
“...”
“Veo que ambas llegamos antes, me llamo Lucia”
“...”
“Emm…Espero que nos llevemos bien”
No entendía del todo que pasaba, quizás no me había escuchado, quizás llevaba audífonos y su pelo los cubría, sea como sea, quería que hablásemos, por eso tomé un curso de acción más directo y me levanté para ponerme frente a ella.
“Un gusto, soy-”
Cuando estaba a punto de volver a presentarme me detuve en seco al ver su rostro, su expresión me dejó completamente anonadada, o mejor dicho, la carencia de esta.
Pese a que tenía un par de rasgos faciales remarcables, verla era como ver a una mu?eca sin vida, como si su mente careciese de cualquier pensamiento o emoción. Incluso cuando era innegablemente bonita, no podía evitar sentir algo de miedo, nunca antes había visto a alguien así.
“Su-supongo que podríamos conocernos un poco más”
“...”
“Quizás comer juntas o algo así”
El resto de mis palabras fueron más que nada por amabilidad ya que quería alejarme cuanto antes de lo que sea que estaba viendo, fue así como volví a mi asiento y espere que llegasen más personas.
TAP TAP
“Buenos días”
“(?BIEN, GENTE NORMAL!)”
Aunque aquella primera impresión había sido bastante incómoda no abandoné mi idea de intentar hablar con más gente. Afortunadamente tras varios minutos había logrado hablar con unas cuatro personas.
El resto del día transcurrió de forma poco remarcable, mientras más tiempo pasaba más sentía que era parte del lugar, no recordaba que fuese tan divertido poder hablar con gente.
Cuando finalmente llegó la hora del almuerzo decidí que debía hablar con alguna de esas personas y conocernos aún más, con gran determinación me levanté y me acerque a un grupo peque?o.
“Hola ?Alguna quiere-”
GAF
“?Eh?”
Me exalte un poco al sentir que algo me agarraba la manga, al ver a mi derecha note como aquella chica que había visto al llegar me estaba sujetando, apenas en ese momento noté que era bastante más bajita que yo.
“Ehhh”
“Vamos”
“?Eh? ?A dónde?”
“A comer”
“?Eh?”
Sin esperar oír mi opinión la chica empezó a caminar aun jalándome. Intenté resistir pero ella era extra?amente fuerte para su tama?o, una de mis compa?eras viendo esto se dirigió a mi,
“?Le pediste comer a Aisha?”
“?Así se llama?”
“Si, lamento decirte que estás condenada”
“?Eh?”
“Aisha es bastante rara, no molesta y no dice nada a nadie, pero siempre hace lo que uno le pide, es un poco como una máquina”
“ósea…”
“Estas completamente atrapada, no te va a molestar así que por ahora déjate raptar, cuando acabe de comer te va a dejar ir si no le pediste nada más”
“??Eh?!”
Totalmente resignada deje que Aisha me jalase por toda la escuela hasta el comedor. Aunque no me molestaba pasar el rato con una chica atractiva, ser forzada a pasar el rato con una era algo que no estaba en mis planes.
“Entonces…te llamas Aisha”
“...”
“?Cuánto tiempo llevas estudiando aquí?”
“...Cuatro a?os”
“Así que si responde a preguntas…Yo llevo aquí un día”
“...”
“Y si…?Podrías responderme también cuando no hago preguntas?”
“Esta bien”
En estos momentos lo único que podía hacer era intentar adivinar cómo debía interactuar con esta chica hasta que eventualmente me liberase. Cuando llegamos al comedor tomamos bandejas con comida y nos sentamos en una esquina completamente aisladas del resto de personas.
“Que grande, me gusta el ambiente”
“Si…”
“Entonces ?Cuál es tu apellido?”
“Wood”
“Que curioso apellido ?De donde es?”
“Mi padre nació en Estados Unidos”
“Genial”
Aunque las respuestas de Aisha eran monótonas, de alguna forma podía seguirle el ritmo. Sentía que podría sobrevivir a esto.
“Tu también podrías hacerme una pregunta”
“...?Cuál es tu tipo?”
“??Eh?!”
Casi me atraganto al oír una pregunta como esa de una chica tan callada.
“?T-tipo?”
“De pareja, es lo que las personas suelen hablar ?No?”
“S-Si, es un tema de conversación…Pero no deberías preguntarle eso a alguien que llevas tan poco tiempo conociendo”
“Ya veo, lo lamento”
Por un segundo pensé que mi corazón se iba a salir de mi pecho. Aun muy nerviosa empecé a acariciar mi brazo asegurándome de tener cuidado de no mover mi manga, lo último que quería era tener que hablar de mi vida amorosa, simplemente, no.
“En ese caso…?Tienes mascotas?”
“Pues…Antes tenia un perro, aunque actualmente vive con mis padres”
“Ya veo…”
“?Y tú?”
“Un cactus”
“Una mascota inusual”
“Es fácil de cuidar y no requiere tanto afecto”
Fuera de la primera pregunta, el resto de nuestra conversación había seguido una línea bastante tranquila. Aunque Aisha flaqueaba en las preguntas referentes a gustos, era sencillo saber sobre lo referente a hechos tales como su mano dominante, su rutina diaria o las materias que se le daban mejor.
Cuando faltaba poco para que termináramos de comer y finalmente fuese libre, pensé en vengarme un poco de ella por casi darme un ataque al inicio de la conversación.
“Como disculpa por tu primera pregunta me dejaras hacerte una pregunta intima también”
“?Eso era una pregunta intima?”
“?Si!”
“Está bien, pregunta lo que desees”
“Bien ?Tienes algún motivo para actuar de esa forma?”
Me prepare para alguna respuesta como “solo soy así” o “porque me es cómodo” o en general cualquier cosa. No esperaba ninguna respuesta grandilocuente sumamente elaborada, solo algo que como mínimo la molestase un poco, pero, nada me podría preparar para lo que dijo.
“?Para ti qué es existir?”
“?Existir?”
“Necesito que respondas eso para responder tu pregunta”
“Pues, estar en el lugar, interactuar con el entorno y reaccionar a este”
“Buena respuesta”
No entendía bien a donde quería llegar, por un segundo pensé que quizás intentaba desviar la conversación para evadir la pregunta. Pero ella siguió.
“No se cuando empezó, pero nunca me he sentido cerca de nada”
“??”
“Ya sabes, la gente ríe o llora por ciertas cosas, sé lo que lleva a una risa, lo que hace que uno suelte lágrimas, entiendo los conceptos, pero, soy incapaz de sentirlos”
“ósea…?Completamente?”
“Se lo que es una sensación agradable, se lo que es sentir una peque?a molestia, pero eso es todo, para mi, todo se siente distante, casi como si no existiese”
“...?Eso no es doloroso?”
“Quizás, no me he tomado la molestia de intentar nada, si solo dejo que todo siga su curso no tendré que preocuparme de carecer de cosas como esas”
“...”
Tras terminar su comida Aisha se levantó y tomó su bandeja, al irse pasó a mi lado para despedirse.
“Bueno, de nada por la compa?ía, nos ve-”
GAF
“?Mmm?”
Aisha me miró con su expresión inmutable, pero si tuviese que adivinar diría que en ese momento estaba sorprendida, después de todo, le estaba sujetando el brazo.
“?Necesitas algo mas?”
“Si…”
“?Qué sería?”
“...Seamos amigas”
“...Esta bien”
No estaba del todo segura del motivo de aquella petición, quizás Aisha me había parecido agradable, quizás la pena estaba controlando mis acciones, quizás era más empática de lo que creía. Solo tenía una cosa clara, en ese momento, no quería volver a soltarla.
Y así, nos conocimos.