home

search

Y así, el mundo empezó a girar (Aisha)

  “Amigas…”

  No había pasado mucho desde que el almuerzo había terminado, la comida tenía un sabor decente y el lugar que había escogido era bastante tranquilo, aunque bueno, normalmente suelo comer sola así que mis días en general suelen ser tranquilos.

  Hoy era el primer día así que tenía seguro que como mínimo iban a pasar uno o dos sucesos interesantes, aun así, no esperaba que alguien (muy probablemente por desconocimiento) me pidiese comer.

  Usar mi voz no era algo común fuera de casa por lo que se sintió raro responder una cantidad tan grande de preguntas. Por suerte había hecho un buen trabajo respondiendo la mayoría de estas, aunque por falta de práctica y desconocimiento de los temas no pude responder sobre mis gustos.

  Lo más raro fue el final. Yo pensaba simplemente irme y tratar este día como otro más, ?Pero quién diría que aquella chica me pediría ser su amiga?.

  “?Cómo se llamaba?”

  Como tener amigos no era algo normal para mi pensé en que hacían otras personas, si tuviese que adivinar diría que una de las cosas más básicas era saber el nombre de la persona, sin embargo, no era capaz de recordarlo.

  “...No, ni idea…”

  Si quería ser la amiga de aquella chica tenía que descifrarlo, una opción válida era preguntárselo a ella, pero cómo podía molestarla preferí preguntar a alguno de mis compa?eros.

  “Creo que ellas hablaron con ella…”

  Al llegar al salón en lugar de sentarme y dejar que el tiempo pasase como lo hacía normalmente me dirigí a un grupo de chicas que había llegado primero. Al principio debieron pensar que pasaría de largo ya que siguieron hablando, pero al darse cuenta de que no me estaba moviendo debieron entender que quería algo.

  “...”

  “?Pasa algo?”

  “Nombre…”

  “?Como?”

  “?Cual es el nombre de aquella chica?”

  “?Ah?”

  Como no parecían entender a qué me refería extendí mi brazo y apunté al asiento de la chica en cuestión. Aunque algunas no entendieron de inmediato, una pareció comprender y me respondió.

  “Oh, ahí es donde se sienta Lucia”

  “Lusia…”

  “Si”

  “?Cómo se escribe?”

  “No se tanto, supongo que como suena”

  “Muchas gracias”

  Satisfecha fui a mi asiento y saqué mi cuaderno de mi bolso. La mejor forma de recordar aquel nombre era escribirlo varias veces.

  “Lusia, Lusia, Lusia, Lusia”

  No sé cuantas veces lo habré escrito, pero me asegure de llenar al menos dos páginas con la misma palabra. Al acabar note que la clase ya había empezado hace un rato por lo que cambie de página e intente seguir el ritmo del resto.

  “Lusia…Lusia…Lusia…”

  Una parte de mi mente parecía estar en otro lugar mientras que la otra seguía haciendo un par de apuntes. Como estaba acostumbrada a pasar largos intervalos de tiempo sin hacer nada, el día se pasó volando.

  “Lusia…Lusia…”

  “Aisha, vámonos juntas”

  Lentamente me di la vuelta y vi a Lusia sonriéndome. Era objetivamente bonita y tenía un aspecto algo único gracias a sus accesorios así que pude confirmar fácilmente que no me estaba equivocando de persona.

  “?Eso hacen los amigos?”

  “Si”

  “Esta bien”

  Tras tomar mis cosas me puse detrás de Lusia., Ella parecía algo extra?ada pero más o menos leyendo la situación empezó a caminar dándome la oportunidad de seguirla.

  Mientras caminaba escuché todo tipo de voces.

  “?Aisha está siguiendo a alguien?”

  “A lo mejor tenía dos entradas para el cine y no quería ir sola”

  “Aun así ?Aisha de todas las personas?”

  “Bueno, no suele molestar así que es buena para rellenar espacios”

  No me extra?o escuchar todos esos comentarios. Las personas siempre me habían visto como alguien extra?a así que estaba acostumbrada, la verdad aunque dijesen algo realmente feo no tenía el derecho de enojarme, después de todo, para mi las demás personas también eran un poco raras.

  “No los escuches”

  “Esta bien”

  Obedientemente me cubrí los oídos mientras seguía a Lusia, su paso era constante sin ser precisamente rápido, permitiéndome acompa?arla hasta la salida sin ningún inconveniente.

  Tras salir de la escuela me destape los oídos al ya no haber nada que escuchar por lo que mi siguiente objetivo era esperar que Lusia dijese o pidiese algo.

  “...”

  “...”

  “...”

  “...”

  Tal vez fue por consideración pero Lusia no dijo nada por un buen rato, yo tampoco tenía pensado hablar ya que quizás podía interrumpirla si llegaba a decir cualquier cosa.

  “...”

  “...”

  “...”

  “...Esta bien…”

  Ella muy probablemente al darse cuenta de que esto era más bien deprimente decidió ser la primera en hablar.

  “Y yo pensando que sacarías un tema de conversación…”

  “?Eso querías?”

  “Si, pensaba que a lo mejor esa forma de actuar era algo exclusivo de la escuela”

  “Lamento informarte que simplemente soy así”

  “Ya veo”

  Stolen story; please report.

  “Lo lamento”

  “No pasa nada, hablemos de lo que quieras”

  “...”

  “Lo suponía”

  Use toda mi capacidad cerebral para intentar pensar un tema de conversación como mínimo decente, al no llegar a nada opte por solucionar una duda en su lugar.

  “?Por qué?”

  “?Qué cosa?”

  “Por que me pediste que seamos amigas?”

  “?No quieres?”

  “Me da igual, solo quiero saber tus motivos”

  “Bueno…Supongo que me interesas”

  “?Interesar?”

  “Si, quiero saber mas de ti, quiero que pasemos el rato juntas y nos divirtamos”

  “Veo un par de problemas en eso”

  “Me lo imaginaba, aun así, quiero ser tu amiga”

  “Esta bien, igual te arrepentirás pronto”

  Lusia no era mi primera amiga. Había tenido un par de amigas y amigos antes, pero esto siempre duraba no más de una o dos semanas. La gente solía acercarse a mí por curiosidad o porque les parecía bonita, pero también solían alejarse cuando se daban cuenta de que mi personalidad iba a ser siempre la misma, diría que pase por aquella situación como mínimo cuatro veces. Aunque para mi esas cuatro veces no son más que recuerdos lejanos, la verdad ni siquiera recuerdo los nombres de aquellos amigos.

  “No me arrepentiré”

  “Lo harás”

  “?Apostamos?”

  “Si eso te hace feliz”

  “Bien, si seguimos siendo amigas durante al menos un mes deberás intentar poner una gran sonrisa ense?ando tus dientes”

  “Que condiciones más raras…Acepto”

  “?Qué quieres que haga si no cumplo?”

  “Nada en particular”

  “Que aburrida”

  “?Que se suele pedir en este tipo de apuestas?”

  “Pues, normalmente que la perdedora haga o diga algo que normalmente no haría”

  “...En ese caso, si pierdes me tendrás que contar sobre tu tipo románticamente hablando”

  “??Aún no te olvidas de eso?!”

  “No”

  “Peque?a…Tenemos un trato”

  Según lo poco que sé sobre estas cosas muy probablemente se quedaría conmigo por un mes incluso si no lo disfrutaba para no perder la apuesta así que al menos durante unos treinta días tenía asegurado que no iba a dejarme, ya me hacía una idea de lo que pasaría después de eso.

  “Por cierto ?Vives cerca de aquí?”

  La pregunta de Lusia me sacó de mis pensamientos por lo que vi a mis alrededores para identificar la zona.

  “No”

  “Ya veo ?Dónde nos separaremos?”

  “De hecho, vivo en la dirección opuesta”

  “??Ah?!”

  Lusia rápidamente se volteó con una expresión sorprendida y me sujetó los hombros.

  “?Entonces por qué me acompa?as?”

  “Porque lo pediste”

  “Podías simplemente decirme que íbamos por direcciones opuestas…”

  “?No funciona así?”

  “No, el punto de esto es que vayamos por la misma dirección y que nos separemos en un punto”

  “Ya veo…”

  “?Acaso tenías pensado seguirme hasta mi casa?”

  “Si”

  “...?Por qué no me sorprende?”

  Tras decir eso Lusia me dio la vuelta y me dio un peque?o empujón para acto seguido irse por su camino.

  “Nos veremos ma?ana, la próxima vez saldremos juntas”

  “Nos vemos”

  Tras quedarme sola saqué mi teléfono y abrí una aplicación que en resumen, era un clicker.

  “Quizás debí pedirle su número…”

  Mi padre me había dicho que podía descargar juegos en mi teléfono si estaba aburrida y al investigar opte por un juego que no requiriese mucho esfuerzo ni algo de criterio, además, cómo podía simplemente tocar la pantalla mientras guardaba mi mano en mi bolsillo podía jugar por horas incluso cuando pareciera que no era así.

  “Lugares para salir…”

  Mientras caminaba me puse a pensar cuáles eran los lugares que la gente solía visitar con amigos. Al llevar ya varios a?os en la ciudad conocía un par de sitios que había visitado con mi padre o con algún compa?ero que simplemente necesitaba compa?ía y no tenía ningún amigo disponible.

  Tal vez le gustaría ir a un torneo de ajedrez, o ver una clase de karate, un karaoke podría funcionar también.

  “Tal vez podría invitarla a tomar algo…”

  A lo mejor le gustaba la idea de salir a tomar algo frío o un café. Fuese como fuese, conocía un lugar perfecto para conseguir refrescos.

  Y hablando de lugares donde conseguir refrescos, no tardé mucho en finalmente llegar a casa, o bueno, a la entrada a esta. Cualquiera que me viese en estos momentos muy probablemente se haría la idea equivocada, digo, no es normal que una menor de edad entre de forma casual a un bar.

  “Permiso”

  “Aisha, bienvenida”

  Detrás de la barra se encontraba un se?or arreglado con un traje elegante limpiando un par de copas que parecían haber sido usadas recientemente. Ese se?or era mi padre.

  “?Cómo te fue en la escuela?”

  “Normal”

  “Como siempre por lo que veo”

  “?Qué necesitas hoy?”

  “Ayer fue una noche tranquila así que solo necesito que me ayudes a trapear”

  “Esta bien”

  Sin perder el tiempo fui a la parte de atrás y me puse por encima de mi uniforme un delantal que decía “hija del due?o” para acto seguido empezar a limpiar.

  Cuando llegaba a casa lo primero que hacía era ayudar a mi padre con la limpieza del bar, él por supuesto estaba alegre de tener algo de ayuda, aunque le parecía injusto tenerme trabajando gratis así que cada mes me daba una peque?a paga como si fuese una empleada de medio tiempo.

  Por motivos obvios tenía prohibido tocar el alcohol y aprender a hacer cocteles pero muy probablemente intentando conseguirme un pasatiempo me había ense?ado a hacer mezclas con jugos naturales. Según él es lo más cercano a un cóctel que podré hacer antes de los dieciocho.

  Eso me había dado una idea, fue así como empecé a hablar mientras trapeaba.

  “Por cierto ?Qué suelen tomar los jóvenes de mi edad?”

  “Lo mas sano seria agua pero normalmente toman jugos, bebidas con gas o bebidas energéticas si no tienen respeto por su propio cuerpo”

  “Ya veo”

  “?Es para a?adir a tus entrenamientos nocturnos?”

  “No, hice una amiga y quería saber que refrescos podría darle”

  “Entiendo…Un momento”

  Por poco mi padre dejó caer la copa que estaba limpiando pero gracias a sus reflejos pudo atraparla a tiempo, aun así, se veía bastante descolocado.

  “??Hiciste una amiga?!”

  “Si”

  “Eso es lo último que esperaba escuchar hoy”

  “Bueno, ella fue la que me lo pidió”

  “Tiene sentido, no te veo pidiendo eso de forma normal”

  Pese a su sorpresa no me molesto hasta que termine de trapear. Tras poner un cartel de piso mojado vi como él ponía una copa sobre la barra y servía jugo de naranja en esta. Esa era una se?al de que quería hablar así que sin pensarlo dejé todo lo que estaba usando en su sitio y me senté en uno de los muchos asientos.

  “?Cómo se llama?”

  “Lusia”

  “Bonito nombre ?Cómo fue?”

  “Bastante amable, mantuvimos una conversación durante el almuerzo y cuando pensaba irme me pidió ser su amiga”

  “?De qué hablaron?”

  “Ella solía sacar los temas de conversación así que solo le seguí el ritmo, no intente memorizar esa parte”

  “Entiendo”

  “Aunque, me pregunto por que soy como soy”

  “Ya veo ?Tu respuesta fue la de siempre?”

  “Si ?Estuvo mal?”

  “Para nada, que otros escuchen cómo te sientes puede hacerte bien”

  “Menos mal”

  “?Crees que será una amistad duradera?”

  “Tengo previsto que estaremos juntas por un mes, después de eso es muy probable que pida que dejemos de hablar”

  “...”

  “?Papa?”

  “Aisha…Como tu padre y como bartender te digo esto, no pienses en ella como algo pasajero, aunque no lo veas asi, tener amigos es algo importante para cualquiera”

  “Entendido”

  “Disfruta el tiempo que pases con ella y trata de que se conozcan mutuamente, si la traes aquí les daré un descuento en jugos naturales”

  “?Finalmente usarás ese letrero de menú infantil que tienes tirado por ahí?”

  “No lo trates como si fuese poca cosa, lo hice especialmente para que pudieses traer amigos sin causar ningún rumor raro”

  Aunque apreciaba la preocupación de mi padre, yo misma era consciente de que las cosas simplemente iban a seguir su curso de forma natural. Aunque para él eso era incorrecto, para mi era lo más lógico. No esperaba que él lograse entender mi forma de ver las cosas, y no tenía problema con que fuese así.

  Tras terminar mi jugo deje una moneda y me fui devuelta a la parte de atrás. Mi padre siempre me decía que no debía pagar los tragos pero se sentía muy poco natural irme de una barra sin dejar aunque sea una propina.

  En la parte de atrás abrí una puerta que decía “solo huéspedes” para encontrarme unas escaleras. Al subirlas llegué al segundo piso donde había dos habitaciones. Como habrán adivinado, una de esas era mi habitación.

  “Llegue…”

  Tras llegar dejé tirado mi bolso y me recosté en mi cama para mirar al techo. A mi lado se encontraba una mesita donde mi cactus mascota hacia sus cosas de cactus mascota.

  “Hola Katze”

  Me quedé completamente inmóvil durante un buen rato pensando en las clases del día. Los profesores explicaban bien la materia así que no debería costarme aprobar el a?o. Aunque eso sí, como había gastado una buena parte del día memorizando un nombre apenas recordaba la mitad de lo explicado, aun así, no debía ser difícil estudiar por mi cuenta lo que faltase.

  TAP TAP

  Deje de pensar en las clases cuando escuche pasos en el piso de abajo. Al ver la ventana note que ya estaba anocheciendo así que solo había un motivo posible para estos.

  “El bar ya debió abrir”

  Normalmente usaba la apertura del bar para marcar mi hora de dormir por lo que me levanté de mi cama para arreglar mis cosas para ma?ana.

  “Cuadernos, libros, lápices”

  Tras terminar me puse a hacer un par de estiramientos para empezar así lo último que hacía en el día: ejercicio.

  Mi padre me había dicho que una persona debe vivir una vida larga y feliz por lo que adopte el hábito de hacer abdominales, sentadillas y flexiones antes de dormir para así tener un cuerpo sano.

  “97…98…99”

  Tras terminar mi rutina hice estiramientos para relajar el cuerpo y tras terminarlos baje para comer algo.

  SNIF

  “?Mmm?”

  Disimuladamente me dirigí hacia la entrada al bar y pude ver a un se?or con traje llorando mientras mi padre le entregaba lo que parecía ser un highball.

  “Pobre se?or”

  Sin querer molestar a mi padre durante su trabajo me fui a cepillarme para acto seguido irme a la cama.

  “Llorar…?Se siente tan mal?”

  A veces me daba curiosidad qué era lo que sentían otras personas. Diversión, esperanza, ambición, sin embargo, una parte de mi estaba tranquila con nunca obtener dichas respuestas.

  Tristeza, enojo, decepción, eran cosas que sabía que se sentían mal, que no eran algo placentero, por eso mismo, me invadía cierta tranquilidad al saber que nunca llegaría a sentirme así.

  “Lusia…”

  Mientras intentaba dormir me pregunte que iba a hacer a partir de ahora ?Una persona con amigos debe cambiar mucho su rutina? ?Me impedirá ayudar a mi padre con el trabajo? ?Tendré que usar más mi voz?

  Deje que esos pensamientos llenasen mi mente viéndolos como nada más que algo pasajero.

  En ese momento no lo sabía, pero mi amistad con Lusia iba a ser no solo una de mis experiencias más interesantes, sino que también iba a ser un punto de inflexión en mi vida.

Recommended Popular Novels